Filosofía y ciencia

La ciencia y la filosofía estaban unidas en sus orígenes, de hecho la mayoría de pensadores eran a su vez científicos, y no en vano la filosofía nació de la reflexión sobre la physis, la naturaleza. Sin embargo parece que en la actualidad quiere presentarse una imagen de ellas como contrapuestas, situando a la ciencia en un lugar privilegiado, como saber verdadero, frente a una filosofía que se queda siempre en las preguntas sin alcanzar un lugar definitivo.

Más allá de la reflexión filosófica sobre el conocimiento científico, sobre los métodos de la ciencia, los conceptos, el tema de la verdad o la construcción de la realidad, propios de la filosofía de la ciencia,  los descubrimientos e investigaciones de la ciencia plantean siempre nuevos interrogantes filosóficos y cuestionan muchas ideas filosóficas acerca de la moral, la libertad, la sociabilidad, etc.

La filosofía se caracteriza por su pretensión de universalidad, su búsqueda de fundamentos, la crítica y la racionalidad y por ello entre todos los ámbitos  que abarca también está el cuestionamiento de la propia ciencia y ese lugar privilegiado que ocupa.

En nuestras asignaturas existe una clara conexión con la ciencia. Así por ejemplo en Educación ético-cívica están presentes los avances científicos y tecnológicos y las cuestiones que estos suscitan vinculadas a la medicina, la bioética, o la sociedad. Temas como las células madre, la clonación, los transgénicos, la reproducción asistida… También cuestiones vinculadas a los derechos humanos, la globalización y por supuesto la defensa del medio ambiente. Y también temas relacionados con la moral propiamente dicha y la sociedad: estudios científicos sobre la moral, el altruismo, la libertad para decidir, la violencia, la sociabilidad, etc.

En Filosofía y ciudadanía la ciencia aparece de manera especial en los temas sobre conocimiento científico, la verdad, la realidad y el ser humano, pero también podemos hallar vinculaciones en los temas de ética, ciudadanía y filosofía política como temas de salud, sociabilidad, la inversión en ciencia e innovación, la globalización, la industria farmaceutica o la armamentística.

En ocasiones parece que los filósofos nos obsesionamos por transmitir la idea de la filosofía como racionalidad pura o estricta, olvidando las emociones o las habilidades sociales. Sin embargo los avances recientes en neurociencia nos plantean un visión muy diferente acerca de la inteligencia, el alma/mente y su relación con el cuerpo/cerebro, y muestran la importancia de las emociones y el papel que juegan en nuestras vidas.

Así lo hace por ejemplo Antonio Damasio, neurocientífico autor de libros como El error de Descartes o En busca de Spinoza, en los que relaciona filosofía y ciencia y muestra como la ciencia ofrece nuevas visiones y perspectivas. Muchos estudios del cerebro nos hablan ya de cómo se desarrolla la empatía, el altruismo, la moral, la toma de deccisiones, del papel de la genética y el ambiente, la relación con los demás, incluso la posibilidad de implantar chips para cambiar o mejorar determinados comportamientos y capacidades.

En los programas de Redes de la 2 de tve encontramos muchos ejemplos de todo ello. Como muestra este video sobre cerebro y emociones en el que E.Punset entrevista al citado Antonio Damasio

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