La pregunta acerca de para qué sirve la filosofía es muy frecuente y tiene que ver con ese carácter utilitarista actual según el cual lo que no sirve para algo práctico no es necesario, es desechable.
Sin embargo esta sociedad de las nuevas tecnologías, del cambio constante y rápido, de la inmediatez y el exceso de información, necesita más que nunca de la reflexión, el diálogo, la escucha activa, el consenso, la argumentación, la crítica, la clarificación, el cuestionamiento, la fundamentación, la racionalidad, la integración de saberes, la autonomía, la duda… todas esas cosas que la filosofía aporta.
Porque el hombre necesita pensar para vivir. Porque todos los días, sin darte cuenta, desde que te levantas, estás pensando, eligiendo, cuestionando, decidiendo, amueblando tu cabeza, y ésta, es el lugar el lugar en el que al final vives y vas a vivir…